domingo, 29 de enero de 2012

Decepción por difusión.

Algunos de los seres más viles del planeta (Posiblemente todos, pero por no faltar a la historia) han tenido gente que los apoyase, gente que ha creído en ellos o gente que ha creído en su causa. Hitler (Pronunciado Hitlah, por cierto) tenía a Eva Braun. Stalin, por su parte, tenía a Laurenti Beria. Y así un sinfín de peligrosos personajes, temidos asesinos, violadores, y toda esa gente malnacida que aún así por su condición de personas crueles, han tenido alguien en quien apoyarse en caso de necesidad. 


Creo que no ha habido una sola persona en este mundo, un solo ser en toda la galaxia, que no haya tenido ningún tipo de apoyo. Salvo hoy. Salvo yo.


Deshonroso... Vago... Bochorno... Decepción... Deshonesto... Eran algunas de las palabras que circularían entonces alrededor de esas bocas que no saben callar, no quieren o no pretenden hacerlo.


Personas que no me conocen, personas que ni siquiera creen conocerme, y que ni se esfuerzan por ello. Personas a las que con apenas 1 hora de trato creen tener derecho a juzgar mis decisiones y mis acciones como si de un familiar o un allegado cercano se tratase. 


Pues deciros, aunque sé que no leeréis esto, que sinceramente, me importa poco vuestra visión de una situación ajena a una vida perfecta. Me importa poco en que te gastes el dinero que tan poco te ha costado conseguir. Me importa tres cojones de león lo que pase por tu cabeza sobre mi vida, sea bueno, productivo o solo una forma vírica de ataque. 


E importa poco, y mella no me hará. Eso lo juro por cada una de las palabras que acabo de escribir.


PD: Sale un poco de la tónica de mis habituales (Cada vez menos, lo siento) escritos. Peeeeero, necesitaba contarlo, necesitaba sacármelo del cuerpo. Si no, me consumirá.

2 comentarios:

  1. Renfield, que les den por el culo. No tiene otra cosa. Hay gente que se mete donde no les llaman y que se creen siempre con más derechos de los que realmente tienen. No te comas la cabeza, el tiempo pone a cada uno en su sitio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquilo, si eso lo sé. Sólo fue un arrebato nocturno, nada de lo que preocuparse ahora mismo. Aún así, gracias por el consejo. :)

      Eliminar