martes, 31 de julio de 2012

Las curiosas noches en las que no hay nada.

Hoy vengo a comentar en una de esas noches. Seguro que las habéis pasado. Vamos, espero no ser el único, la verdad. Esas noches, o esos momentos que sin saber a ciencia cierta que algo ha ido mal y la causa, sabes que algo no va bien. Son conceptos diferentes. 

Os dais cuenta de que aunque no tengáis motivos, no estáis alegres o no sois como soléis ser normalmente. Que u os falta, u os sobra algo pero no sabéis el qué. 

Hoy, he venido a vosotros, 31 de Julio del 2012, a deciros que me encuentro en una de esas noches de inapetencia total. Es una de esas noches en las que sonreír me cuesta más que levantar un remolque, en la que los abrazos debieran ser gratis. Una de esas noches en las que me gustaría emborracharme hasta dejar de ser yo, pero no quiero hacerlo solo. ¿Veis? Emborracharme si que es algo que ahora mismo me gustaría hacer. Perder la conciencia diciendo estupideces recostado en mi sofá, y gritando, llorando e insultándole al mundo. Y como digo...

...Sin motivo aparente.


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